Como decía en la entradilla, These Arms of Mine tiene forma de documental, una técnica utilizada en otras series como The Office pero inédita en Anatomía. Ha sido toda una sorpresa ver a nuestros doctores a través de los ojos de otras personas. Es cierto que se echan de menos algunas escenas fuera de cámara, por ejemplo, cuando los personajes hablan de temas personales. Resulta extraño verlos sincerarse ante una cámara. Por lo demás la fórmula ha funcionado con creces. El episodio va de menos a más y culmina con el espectacular monólogo de Cristina que, aunque está magnífica en este 7x06, se ve superada por Alex Karev.
Alex se lleva el trofeo en esta ocasión, ha estado asombroso. Su trama es, sin duda, la mejor del episodio. Lo tiene todo: sensibilidad, ternura y esa fanfarronería tan característica del doctor Karev, presumiendo de herida de guerra y asegurando que su interés por la pediatría no tiene nada que ver con los tiny humans. Nada más lejos de la realidad, la parte sensible de nuestro chico duro sale a relucir con su paciente, sobre todo. en esa escena donde le canta para que no tenga miedo durante la resonancia. Simplemente deliciosa. La trama de Alex tiene, además, un final perfecto. Un final que una imagen resume mejor que mil palabras.
Welcome back, Alex!
La trama de Miranda Bailey y Mary (Mandy Moore) sigue de cerca a la de Karev. ¿Recordáis a Mary? La última vez que la vimos sostenía la mano de Charles Percy mientras moría. La joven vuelve para practicarse la operación que tenía programada, una operación sencilla que termina como todos sabéis. La reflexión del Jefe no puede ser más acertada: sobrevivir a un tiroteo y morir a causa de una sencilla operación, es muy injusto. La muerte de Mary supone un duro golpe para Miranda. La Dra. Bailey cerraba un capítulo dramático de su vida con esta operación. El contraste entre verla radiante de alegría al salir de quirófano y completamente destrozada unas semanas después es arrollador. Una vez más, debo decir, que Chandra Wilson está inmensa, ¿he dicho alguna vez que se merece un Emmy?
Vayamos con Callie y Arizona que se mudan a África. La marcha de Arizona era previsible ya que Jessica Capshaw está embarazada, pero la de Callie me ha sorprendido. No me parece una mala solución, las doctoras siguen juntas aunque alejadas del Seattle Grace por un tiempo. No obstante, creo que es una oportunidad desaprovechada para darle tramas en solitario a Calliope. En referencia a Callie, es con ella con quien más ha patinado el tema del documental, la doctora muestra demasiado sus sentimientos ante la cámara y resulta un tanto artificial.
Rumbo a África
Otro gran protagonista de These Arms of Mine ha sido Jackson Avery. La parte vulnerable de Jackson se pone al descubierto en un fallo del nuevo sistema de seguridad. Para Avery el bloqueo entre dos puertas ha sido lo que, en su momento fue, una bandeja que se cae para Cristina: el detonante. El trauma del doctor Avery ha salido a la luz. Como bien comentaban en el foro, Jackson también operó a Derek. Si McDreamy está vivo es, en parte, gracias a la rapidez de Avery al desconectar los cables para disuadir a Gary Clark. Durante este principio de temporada hemos estado centrados en la Dra. Yang y a Jackson se le ha exigido tanto como siempre. Bien es cierto que, hasta ahora, nunca había exteriorizado su trauma.
Mark, Derek y Owen, por su parte, están centrados en escribir unas lineas de la historia de la medicina, ¿cómo? Haciendo un transplante de brazos, ni más ni menos. La trama médica es original y está bien llevada a cabo. Por una vez, me gustaría destacar el magnífico trabajo de atrezzo y escenografía de la serie, nunca he visto un brazo cortado transversalmente pero, gracias a ellos, me hago una idea.
Dicho esto, del trío de doctores, me gustaría destacar un momento de Mark Sloan, cuando explica cómo se sintió cuando dispararon a Derek, ha estado bien ver cómo afectó el tiroteo a McSteamy aunque sólo sea de pasada.
Sigamos con Meredith y Cristina que, en general, están bastante sosas. Se les nota mucho que su tranquilidad no es más que una pose. Eso sí, el afán protector de Meredith hacia Cristina es totalmente fiel a la realidad y una de las pocas cosas a destacar de su trama conjunta. Como he dicho, ambas están sosas, pero Cristina Yang siempre se guarda algo de genialidad en la manga y nos lo brinda en su espectacular monólogo final: Being a hero has its price. Creo que no es necesario decir nada más.
Heroína
Vamos con Lexie y el Jefe, en mi opinión, las peores tramas del episodio. Por un lado, Lexie y sus problemas con el equipo de seguridad. Me da la sensación de que han querido darle un punto cómico al capítulo a través de la pequeña Grey pero, en mi opinión, sobraba. Por otro lado, el Jefe muestra orgulloso su nuevo y flamante equipo de seguridad a las cámaras y se convierte, de nuevo, en un vendedor: lo único que quiere es recuperar el prestigio del Hospital para ingresar, así, más dinero, de la medicina que se ocupen otros. Por cierto, ¿Por qué nunca habíamos visto (ni oido) el equipo de seguridad si, según, el Jefe lleva un mes instalado? ¿Porque se lo han sacado de la manga? Si, ya me parecía.
Equipos de seguridad a parte, lo que está claro es que These Arms of Mine es una pequeña joyita de Anatomía de Grey, quizá de medio quilate, pero una joyita al fin y al cabo. Como decía al principio, la narración tipo documental ha funcionado bastante bien y es que un episodio diferente de vez en cuando le sienta muy bien a la serie.
Me quedo con la resurección de la mejor versión de Alex Karev y con el nuevo horizonte que se abre ante Jackson Avery. Ambos personajes han encontrado, por fin, un sitio en las tramas de Anatomía, esperemos que lo sepan mantener. La ausencia de Callie y Arizona va a ser difícil de suplir, por otro lado, un tiempo sin las doctoras quizá nos ayude a olvidar el desastroso principio de temporada que han tenido. These Arms of Mine, se coloca en mi top three personal de lo que llevamos de temporada
No hay comentarios:
Publicar un comentario