Antes de nada, me gustaría decir algo: me ha gustado el episodio. Sí, me lo he pasado bien, ha tenido buenos momentos y grandes frases, como suele ser habitual. Y no es ni más ni menos que lo que le pido a esta serie: que me haga reír. ¿Dónde está el problema? En que TBBT tiene potencial para mucho más. Los cinco personajes son buenos, y se les puede explotar más, a todos y cada uno de ellos.
El fallo viene cuando nos centramos únicamente en Sheldon. Estamos de acuerdo en que es el mejor personaje de la serie, o al menos el que puede dar lugar a situaciones más divertidas. Pero ese no es motivo para abusar de él. Ya se sabe: Tanto fue el cántaro a la fuente… Y es que poco a poco la serie ha ido pasando de ser “la historia de cuatro amigos un poco nerds y su guapa vecina” a “Sheldon y sus rarezas”. ¿Quiere decir eso que la serie ha perdido gracia? No, sólo digo que a veces echo de menos a aquellos frikis que tenían problemas a la hora de salir de su burbuja de cristal y relacionarse con el resto del mundo.
Quizás sea esto lo que, en un primer momento, me eche para atrás del personaje de Amy: me parece una copia de Sheldon, lo que le roba su singularidad. Sin embargo, también reconozco que, si bien en el primer episodio de la temporada no me convenció para nada, hoy Amy me ha gustado muchísimo más. De hecho, la primera escena, en la que ambos estaban jugando me ha encantado. Me he reído con sus respuestas y la forma en la que ambos hacían los mismos razonamientos. Y, sobre todo, me he reído cuando han tratado a Leonard con tanta superioridad al jugar al escondite: “Muy bien, Leonard. Pero la próxima vez no nos digas dónde te vas a esconder.”
Para edades de 8 a 80
Sin embargo, la presencia de Amy no es agradable para el resto del grupo, y así se lo hace saber Leonard a Sheldon. La verdad es que la chica no hace nada por integrarse con los demás. Esperemos que en el futuro la cosa cambie. Eso sí, al menos hemos tenido una divertida escena en casa de Penny en la que ha participado hasta Raj (con alcohol de por medio, claro está). No puedo evitarlo, me hace muchísima gracia cuando al indio le entra ese punto un poco machista cuando bebe. Aunque esta semana me ha ganado con su “¡Spoiler alert!”
Sin embargo, todas las parejas tienen problemas. Y estos dos han ido a chocar, claro está, en el único aspecto en el que no coinciden: sus campos de estudio. He de decir que me ha encantado verlos discutiendo. Guardando un poco las distancias, ha sido como cuando tengo con los amigos la típica discusión de “ciencias o letras”, pero a lo bestia.
Uhh…
Lo que no me esperaba era que Sheldon le diera tanta importancia a la ruptura. ¡Se ha sentido solo! No, no, mejor aún ¡se ha comprado un gato! ¿Qué digo un gato? ¡Un montón! Supongo que el número de gatos irá en proporción al coeficiente intelectual. Por cierto, me ha matado ver los nombres de los animalitos. ¡Saluda a Oppenheimer!
Pero si algo ha merecido la pena de esta ruptura, ha sido el regreso de la madre de Sheldon. Y es que me encanta esa mujer. Me parto con su radicalismo religioso, y me gusta muchísimo comprobar cómo, como buena madre, es la única capaz de controlar a Sheldon en situaciones extremas (y de hacer que se calle, lo que a veces es un alivio). Así que la buena de la señora Cooper ha utilizado el arma más poderosa de todas para convencer a su hijo: el sentido común.
Y es que todos sabemos que, basta con que se nos prohíba hacer algo para que al instante ese algo se convierta en la cosa más apetecible del mundo. Algo así ha sucedido con Shamy (lo siento, Amy, a mí si me gusta el mote). Así que parece ser que, por ahora, la amiguita de Sheldon sigue en el carro de la serie. ¡Quizás termine cogiéndole cariño y todo!
De reunión familiar
En resumen: a pesar de lo que comenté al principio, me he reído, y mucho, con el episodio. Por ahora la serie no me defrauda, aunque sí que es cierto que hay algunos puntos débiles con los que tendrían que tener cuidado. Pero basta ya de críticas, y vamos al top three de mis mejores momentos del episodio:
•El tercer puesto para el momento entre Sheldon y Penny haciendo la colada (en inglés tiene más gracia): “A break up would imply she was my girlfriend. She was a girl that was my friend who is now a girl who is not my friend” “Esa es la peor canción country de la historia”. ¡Grande, Penny!
•La medalla de plata esta semana se la concedo a Howard pasándole la piedra pómez a Penny. ¡Habrá que verlo haciéndoselo a su madre!
•Pero con lo que más me he reído ha sido con el final, en el que Sheldon se ha deshecho de los gatos: “Aquí está tu gato. Aquí están tus 20 dólares.” ¿Alguien me puede explicar la lógica de este hombre?
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