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LOST NAMASTE!!!!

lunes, 25 de octubre de 2010

Grey´s Anatomy:7x05 Almost Grown


Recordaran los primeros capítulos de Anatomía de Grey? ¿Aquellos internos recién salidos de la facultad, ávidos de experiencias de todo tipo, persiguiendo cirujanos y manteniendo una lucha encarnizada por poder observar una buena operación? Han pasado cinco años y medio desde aquello y Almost Grown es uno de esos capítulos que te hace echar la vista atrás y ver cómo hemos cambiado, porque todos nos hacemos adultos, nuestros cirujanos también ¿Ya has visto el 7x05? ¿Te sientes un poco más viejo? Pues pasa y lo comentamos.

El 7x05 se construye alrededor de dos historias, por un lado la de los médicos y su lucha canina por el millón de dólares y, por otro, la de los residentes y su ascenso de un día. Me ha gustado que los médicos titulares tuvieran una trama para ellos solos. En esta temporada, las tramas hospitalarias de los residentes han eclipsado un poco a los cirujanos y ellos son el Dream Team de la cirugía estadounidense, deben tener cosas que aportar ¿No? La competición de los doctores ha servido, en mi opinión, para dos cosas: La primera es para demostrar que, efectivamente, el Seattle Grace no está en su mejor momento en lo que avances médicos se refiere. Las propuestas de los attendings me han parecido poco originales: Cáncer pediátrico, unidades de quemados, investigación para el Alzheimer (volveremos a ella luego), tejidos animales para curar lesiones en humanos... lo que ya hemos oído mil veces en Anatomía. Al final, la propuesta más innovadora y la que más juego podrá dar en próximos episodios es, precisamente, la ganadora, la de Owen Hunt. Ver a los médicos formándose de la mano del militar en cuestiones de trauma puede ser muy muy interesante.

Por otro lado, la competición ha servido para devolver su personalidad a algunos personajes, por ejemplo, a Callie. La Dra. Torres necesitaba urgentemente una trama alejada de Arizona. En este episodio la vemos sacar, de nuevo, su parte más competitiva y gamberra intentando minar la confianza de sus adversarios para alzarse con el millonario trofeo. Una trama divertida, que es una de las mejores facetas de Calliope, sólo puedo decir, ¡Ya era hora! Del mismo modo, Arizona, también gana separada de su pareja. No está especialmente brillante pero, al menos, no resulta odiosa en este capítulo. Lo dicho, más tramas médicas y menos tramas de pareja para Calzona.


¡Muhahahaha!

Otra que vuelve, tímidamente, a la acción es Teddy que, tanto en la historia de la competición como en su papel de mentora de Cristina, ha estado bien en este episodio. En lo que a la beca se refiere, vemos que aún le guarda algo de rencor a Derek y que ella misma se da cuenta de que su papel en el hospital no es el que debería de ser. ¡Ella es una diosa de Cardio! Esperemos que pase a la acción y reivindique su lugar. A su faceta de mentora iremos más adelante.

Para acabar con la competición, tres momentos: el primero, Mark Sloan desplegando sus encantos con el Jefe... ¡Genial!El siguiente, Miranda Bailey haciendo la propuesta más austera y realista posible (guardería, colada, comida...) y obteniendo una respuesta muy enigmática: ¿A que se refiere el Jefe cuando dice que va a haber cambios en unas semanas? ¿Qué se guarda Richard en la manga? Miedo me da, la última vez que Webber se puso en plan misterioso acabamos con una fusión que no trajo nada bueno. Por último, el momentazo de esta historia: Derek y el Alzheimer. La semana pasada McDreamy le aseguraba a su mujer que no le preocupaba si ella tenía o no el gen de la enfermedad pero esta vemos que, no sólo le preocupa sino que le produce pánico. Me ha gustado mucho esta trama y la escena final, en la que Meredith busca las llaves. La escena está cargada de dramatismo y la cara de Derek lo dice todo. ¿Tendrá la Dra. Grey el gen? ¿O sólo se trata de esos despistes que todos tenemos? Sea lo que sea, lo que está claro es que Derek no va a olvidarse del tema sin más y, eso, puede traer problemas al post-it matrimonio.

¿Y si ella lo tiene?

Sigamos con Meredith que, en su día como cirujana, compite con Jackson Avery para operar en solitario. Avery se lleva la operación, lo que confirma que no es sólo una cara guapa pero luego (con perdón de la expresión) la caga, lo que confirma, también, que no es tan buen cirujano como nos hicieron pensar en un principio. No sé si se trata sólo de un recurso para hacer quedar a Meredith como la brillante cirujana que se supone que es pero, quirúrgicamente hablando, Jackson está quedando a la altura del betún, la semana pasada ante Teddy y esta ante Derek. Volviendo a Meredith, me gusta su faceta de cirujana profesional, ha estado realmente bien, se ha volcado completamente en aprovechar su día de gloria y lo ha conseguido, de ahí, la impagable cara de orgullo de Derek cuando entra al quirófano y ve el magnífico trabajo que ha hecho. Como decía al principio, nuestros pequeños se hacen mayores y eso es motivo de orgullo y honda satisfacción.

Otra que está orgullosa es Arizona porque su pupilo, Alex Karev, también vuela solo, aunque lo suyo le cuesta. No es un secreto para nadie que la sensibilidad en el trato con los pacientes no es el fuerte de Karev pero, en mi opinión, es parte del encanto del personaje. Alex es de esos que parece que van a estrellarse pero remontan justo a tiempo y hacen un buen trabajo. Arizona se da cuenta de que le ha enseñado bien, tiene justo enfrente el diamante en bruto de la cirugía pediátrica, eso sí, le hace falta pulirse.

Vayamos con la última cara de satisfacción, la de Teddy Altman, porque Cristina Yang está volviendo del Más Allá. Esta trama me ha gustado en casi todas sus partes.

En primer lugar, me ha parecido muy acertada la trama con April. No dudo que Kepner es una gran doctora pero, desde luego, aún no lo ha demostrado y, en circunstancias normales, este combate tendría un claro vencedor desde el principio. Precisamente por eso me ha gustado esta parte, porque Cristina no tiene un rival a su altura y, aún así, deja que se la coman. No le importa ganar, no le importa el uniforme oscuro, sólo quiere que termine el día.


Volviendo...

Por otro lado, el rapapolvo de Teddy llega justo a tiempo. Cada día que pasa, Yang tiene más números para quedarse anclada en su trauma. La trama culmina con la reacción de Cristina, el despertar,la primera valoración médica que sale de su boca en semanas ¿No os habéis emocionado? Yang defiende su criterio, ¡Yang tiene una opinión médica! Una opinión que prevalece sobre la de Teddy y April y que genera la cara de satisfacción más merecida del episodio. Has actuado como una doctora hoy, le dice Altman con una sonrisa, una sonrisa que, estoy segura, estaba, también, en vuestras caras al ver la escena.

El único punto a criticar es aquel del que hablábamos la semana pasada: Cristina no reacciona como cirujana sino como persona. Reacciona porque empatiza con su paciente, porque siente su angustia, su miedo a la muerte. No quiero decir que esto sea malo pero no es propio de Cristina Yang, aunque, quizá, tengamos que empezar a olvidarnos de la anterior Cristina e ir acostumbrándonos a la nueva. A mi, al menos, me va a costar.

Acabamos con un apunte de Lexie Grey que ha estado divertidísima y ocupadísima en este episodio, ¡parecía una niña con zapatos nuevos! Su trama me ha hecho pensar en una cosa: ¡No conocemos a ningún otro residente de tercer año! ¿Cómo es posible? ¿No tiene Lexie ningún compañero? No es que le haga falta, ella se basta y se sobra, pero es extraño.

Y hasta aquí Almost Grown. Un gran capítulo que lleva la firma de la genial Chandra Wilson que, en mi opinión, ha hecho un buen trabajo. Por compararlo con los otros dos capítulos que ha dirigido, Almost Grown está a medio camino entre Give Peace a Chance y Push: No llega al nivel del primero pero supera con creces el segundo. Por lo demás, el 7x05 me deja un buen sabor de boca y no sólo por el retorno de Cristina sino porque muchos personajes mejoran sustancialmente en este episodio, empezando por Callie y acabando por Teddy.













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